
La sombra de la tragedia se cierne sobre el Establecimiento Penitenciario Anexo de Mujeres de Chorrillos, Perú, tras la confirmación por parte del Instituto Nacional Penitenciario de Perú (INPE) de la muerte de Michel Arráez Uzcátegui, víctima del devastador incendio desencadenado por la quema de colchones en la celda de castigo. Este fatal incidente, que también cobró la vida de María del Pilar Carmen Moreno, ha dejado a la opinión pública consternada y a la familia de las fallecidas exigiendo respuestas.
La familia de María del Pilar, en un acto desesperado por hacer escuchar sus reclamos, se manifestó en las afueras del centro penitenciario, denunciando que la joven era sometida a constantes abusos sin motivo aparente. La madre de la víctima relató que su hija había informado a la directora sobre amenazas previas, pero que no se tomaron medidas adecuadas. "Yo venía todos los domingos porque me decían ‘mucho me hacen la vida imposible’", expresó la afligida madre a los medios peruanos.
La hermana de María del Pilar resaltó la falta de seguridad en la cárcel de máxima seguridad, cuestionando la versión oficial que sugiere que su hermana se prendió fuego sola. "Exigimos la cámara de seguridad. Ellos dicen que mi hermana se prendió fuego sola y si así fuera, es una cárcel de máxima seguridad, ¿cómo entra la gasolina?", señaló con indignación.
El comunicado oficial del INPE reveló que las internas involucradas se encontraban en la celda de meditación como parte de un proceso disciplinario. Según el informe, las mujeres provocaron el incendio al prender un colchón, desencadenando la activación de protocolos de seguridad que las llevaron al hospital María Auxiliadora. A pesar de esta versión oficial, las interrogantes sobre las circunstancias del incidente persisten, sumiendo a la tragedia en un manto de incertidumbre.